El anuncio esta semana de la nueva y millonaria Euroliga, la
de la élite, tuvo respuesta rápida de los modestos. Rebelión salvaje.
Como la del Estrasburgo ante el campeón de Europa. Y la del Cedevita frente al Baskonia. Y alzamiento reivindicativo también de los no tan modestos, como
el Unicaja en Moscú, que clama por la plaza perdida, y el Darussafaka en Tel Aviv. Una revuelta que en Francia llegó con frenesí anotador: el del
Estrasburgo, que
hasta ahora promediaba unos pobres 68 tantos por noche, y que terminó con 93. ¡Sumó 22 en los primeros 5 minutos y medio! Y 78 en los tres primeros cuartos.
Un torrente que arrastró al Real a sus cotas más bajas en la era Laso.
El Madrid de los cien puntos, o casi, pero encajados. Recibió 99 del
Bayern la semana pasada y aun así llegó a tiempo para remontar.
Esta vez no hubo triple de Carroll. Le faltó un par de minutos más para lograrlo.
El dúo Campbell-Beaubois le había electrocutado. Los bajitos jugones se combinaron para 39 puntos.
Brillantísimos ambos y admirable el Estrasburgo, igual que cuando
arrasó al Fenerbahçe por 21. Méritos no casuales, queda claro. Pero
méritos que no explican por sí solos
la pobre actuación de los blancos. Flojísimos atrás. Desconcentrados, anulados en la pintura por la energía local.
Y en medio del hundimiento, asomó el peinado de Jeff Taylor: 21 puntos con 9 de 10 en tiros y una colección de mates NBA; +14 con él en pista. La nota positiva, una pieza de talento más para sumar al grupo, que este viernes tuvo a
Carroll renqueante por una torcedura y a Thompkins ausente por precaución (molestias en una rodilla).
Una pieza de clase, decimos, pero lo que faltó fue abnegación atrás,
concentración y coordinación. Faltó entrega grupal, faltó bloque
defensivo. Y por ahí, por ese agujero negro desapareció el Madrid ante
los de Vincent Collett.
El seleccionador francés sonríe dos meses después del Eurobaket, de la toma española de Lille.
Los interiores blancos apenas anotaron 18 tantos, e incluimos ahí a Maciulis,
es decir cuatro de cada cinco canastas las firmaron los exteriores. Más
Taylor colgándose del aro. El tráfico de manos y centímetros colapsó a
la mejor pareja en este arranque de curso: Reyes-Ayón. La única vía de
escape fue el alero sueco, pero la defensa no daba para nada. Al primer
arreón francés (22-9) respondieron Rudy y Llull con un 0-16 (22-25).
Adelantamiento fugaz para volver al rebufo.
El inicio de la segunda parte calcó quinteto (Llull, Carroll, Rudy, Reyes y Ayón) y calcó errores.
La desventaja tocó los 20 (83-63) ya en el último cuarto.
Y cuando ya había perdido, el Madrid volvió a acariciar la remontada.
Increíble aunque no llegara, le faltó la cuerda que había soltado antes.
El grupo se calienta, todo está en el aire, incluso la clasificación.
La rebelión de los modestos.
Un
Real Madrid negado en defensa y poco inspirado en ataque naufragó hoy
en su visita al Estrasburgo francés y cerró con una gris actuación la
primera vuelta de la fase de grupos de la Euroliga sumando su tercera
derrota como visitante (93-86).
Tras caer en las pistas del Khimki y Fenerbahce, el actual campeón
del máximo torneo continental se vio superado desde el inicio por un
rival que se fue creciendo a medida que pasaban los minutos frente a un
equipo español muy poco inspirado ante el aro contrario, que falló 19 de
los 26 triples que intentó.
El Dato
El Madrid falló 19 de los 26 triples que intentó
Salió mucho más entonado el equipo galo, que con un juego más veloz y
directo y buenos porcentajes desde todas las posiciones, tomó el mando
en el marcador desde el arranque del partido y fue aumentando sus
ventajas sin oposición hasta los 13 puntos (22-9, minuto 5,30).
A partir de ese momento, el Real Madrid empezó su reacción con cinco
puntos seguidos de Sergio Llull y nueve de Rudy Fernández que
completaron un parcial de 0-16 y dieron la delantera por primera vez al
vigente campeón a los ocho minutos de juego.
Tras alternarse el dominio del marcador en los primeros compases del
segundo cuarto, volvieron a la carga los franceses, que siguieron
anotando con facilidad en transiciones rápidas en las que movían el
balón con rapidez y encontraban aro ante un Real Madrid que se también
veía superado en ese tramo del partido.
Rudy Fernández, con once puntos al descanso, y Jeffery Taylor y
Sergio Llull, con diez cada uno, mantenían al Real Madrid en el marcador
y paliaban la escasa aportación de los hombres altos durante los veinte
primeros minutos.
A pesar de que los de Pablo Laso dominaban ligeramente el rebote y se
aprovecharon de las faltas rivales para anotar diez tiros libres por
uno de los franceses, al descanso se llegó con 51-44 favorable a los
hombres que entrena el actual seleccionador galo, Vicent Collet, que
endosaron al actual campeón 27 puntos en el segundo periodo.
No bajaron el ritmo tras el paso por vestuarios los locales, que con
un parcial de 11-2 en tres minutos subieron la renta a dieciséis puntos
(62-46) y obligaron a Laso a pedir un tiempo muerto para intentar
despertar a sus hombres.
Al Estrasburgo le salía todo, liderado con un inspirado Louis
Campbell (23 puntos), mientras que el Real Madrid seguía sin encontrar
un referente ofensivo que le acercase en el marcador, lo que dejó el
encuentro visto para sentencia al final del tercer cuarto (78-63).
Un triple de Campbell en el minuto 31 elevó por primera vez la
desventaja a veinte puntos (83-63) y pareció quitar cualquier atisbo de
emoción, aunque la postrera reacción blanca le llegó a acercar a seis a
48 segundos del final (89-83) con un triple de Llull que solo sirvió
para maquillar el resultado y no bastó para evitar la tercera derrota
europea del curso.
Un
Real Madrid negado en defensa y poco inspirado en ataque naufragó hoy
en su visita al Estrasburgo francés y cerró con una gris actuación la
primera vuelta de la fase de grupos de la Euroliga sumando su tercera
derrota como visitante (93-86).
Tras caer en las pistas del Khimki y Fenerbahce, el actual campeón
del máximo torneo continental se vio superado desde el inicio por un
rival que se fue creciendo a medida que pasaban los minutos frente a un
equipo español muy poco inspirado ante el aro contrario, que falló 19 de
los 26 triples que intentó.
El Dato
El Madrid falló 19 de los 26 triples que intentó
Salió mucho más entonado el equipo galo, que con un juego más veloz y
directo y buenos porcentajes desde todas las posiciones, tomó el mando
en el marcador desde el arranque del partido y fue aumentando sus
ventajas sin oposición hasta los 13 puntos (22-9, minuto 5,30).
A partir de ese momento, el Real Madrid empezó su reacción con cinco
puntos seguidos de Sergio Llull y nueve de Rudy Fernández que
completaron un parcial de 0-16 y dieron la delantera por primera vez al
vigente campeón a los ocho minutos de juego.
Tras alternarse el dominio del marcador en los primeros compases del
segundo cuarto, volvieron a la carga los franceses, que siguieron
anotando con facilidad en transiciones rápidas en las que movían el
balón con rapidez y encontraban aro ante un Real Madrid que se también
veía superado en ese tramo del partido.
Rudy Fernández, con once puntos al descanso, y Jeffery Taylor y
Sergio Llull, con diez cada uno, mantenían al Real Madrid en el marcador
y paliaban la escasa aportación de los hombres altos durante los veinte
primeros minutos.
A pesar de que los de Pablo Laso dominaban ligeramente el rebote y se
aprovecharon de las faltas rivales para anotar diez tiros libres por
uno de los franceses, al descanso se llegó con 51-44 favorable a los
hombres que entrena el actual seleccionador galo, Vicent Collet, que
endosaron al actual campeón 27 puntos en el segundo periodo.
No bajaron el ritmo tras el paso por vestuarios los locales, que con
un parcial de 11-2 en tres minutos subieron la renta a dieciséis puntos
(62-46) y obligaron a Laso a pedir un tiempo muerto para intentar
despertar a sus hombres.
Al Estrasburgo le salía todo, liderado con un inspirado Louis
Campbell (23 puntos), mientras que el Real Madrid seguía sin encontrar
un referente ofensivo que le acercase en el marcador, lo que dejó el
encuentro visto para sentencia al final del tercer cuarto (78-63).
Un triple de Campbell en el minuto 31 elevó por primera vez la
desventaja a veinte puntos (83-63) y pareció quitar cualquier atisbo de
emoción, aunque la postrera reacción blanca le llegó a acercar a seis a
48 segundos del final (89-83) con un triple de Llull que solo sirvió
para maquillar el resultado y no bastó para evitar la tercera derrota
europea del curso.
Un
Real Madrid negado en defensa y poco inspirado en ataque naufragó hoy
en su visita al Estrasburgo francés y cerró con una gris actuación la
primera vuelta de la fase de grupos de la Euroliga sumando su tercera
derrota como visitante (93-86).
Tras caer en las pistas del Khimki y Fenerbahce, el actual campeón
del máximo torneo continental se vio superado desde el inicio por un
rival que se fue creciendo a medida que pasaban los minutos frente a un
equipo español muy poco inspirado ante el aro contrario, que falló 19 de
los 26 triples que intentó.
El Dato
El Madrid falló 19 de los 26 triples que intentó
Salió mucho más entonado el equipo galo, que con un juego más veloz y
directo y buenos porcentajes desde todas las posiciones, tomó el mando
en el marcador desde el arranque del partido y fue aumentando sus
ventajas sin oposición hasta los 13 puntos (22-9, minuto 5,30).
A partir de ese momento, el Real Madrid empezó su reacción con cinco
puntos seguidos de Sergio Llull y nueve de Rudy Fernández que
completaron un parcial de 0-16 y dieron la delantera por primera vez al
vigente campeón a los ocho minutos de juego.
Tras alternarse el dominio del marcador en los primeros compases del
segundo cuarto, volvieron a la carga los franceses, que siguieron
anotando con facilidad en transiciones rápidas en las que movían el
balón con rapidez y encontraban aro ante un Real Madrid que se también
veía superado en ese tramo del partido.
Rudy Fernández, con once puntos al descanso, y Jeffery Taylor y
Sergio Llull, con diez cada uno, mantenían al Real Madrid en el marcador
y paliaban la escasa aportación de los hombres altos durante los veinte
primeros minutos.
A pesar de que los de Pablo Laso dominaban ligeramente el rebote y se
aprovecharon de las faltas rivales para anotar diez tiros libres por
uno de los franceses, al descanso se llegó con 51-44 favorable a los
hombres que entrena el actual seleccionador galo, Vicent Collet, que
endosaron al actual campeón 27 puntos en el segundo periodo.
No bajaron el ritmo tras el paso por vestuarios los locales, que con
un parcial de 11-2 en tres minutos subieron la renta a dieciséis puntos
(62-46) y obligaron a Laso a pedir un tiempo muerto para intentar
despertar a sus hombres.
Al Estrasburgo le salía todo, liderado con un inspirado Louis
Campbell (23 puntos), mientras que el Real Madrid seguía sin encontrar
un referente ofensivo que le acercase en el marcador, lo que dejó el
encuentro visto para sentencia al final del tercer cuarto (78-63).
Un triple de Campbell en el minuto 31 elevó por primera vez la
desventaja a veinte puntos (83-63) y pareció quitar cualquier atisbo de
emoción, aunque la postrera reacción blanca le llegó a acercar a seis a
48 segundos del final (89-83) con un triple de Llull que solo sirvió
para maquillar el resultado y no bastó para evitar la tercera derrota
europea del curso.
Un
Real Madrid negado en defensa y poco inspirado en ataque naufragó hoy
en su visita al Estrasburgo francés y cerró con una gris actuación la
primera vuelta de la fase de grupos de la Euroliga sumando su tercera
derrota como visitante (93-86).
Tras caer en las pistas del Khimki y Fenerbahce, el actual campeón
del máximo torneo continental se vio superado desde el inicio por un
rival que se fue creciendo a medida que pasaban los minutos frente a un
equipo español muy poco inspirado ante el aro contrario, que falló 19 de
los 26 triples que intentó.
El Dato
El Madrid falló 19 de los 26 triples que intentó
Salió mucho más entonado el equipo galo, que con un juego más veloz y
directo y buenos porcentajes desde todas las posiciones, tomó el mando
en el marcador desde el arranque del partido y fue aumentando sus
ventajas sin oposición hasta los 13 puntos (22-9, minuto 5,30).
A partir de ese momento, el Real Madrid empezó su reacción con cinco
puntos seguidos de Sergio Llull y nueve de Rudy Fernández que
completaron un parcial de 0-16 y dieron la delantera por primera vez al
vigente campeón a los ocho minutos de juego.
Tras alternarse el dominio del marcador en los primeros compases del
segundo cuarto, volvieron a la carga los franceses, que siguieron
anotando con facilidad en transiciones rápidas en las que movían el
balón con rapidez y encontraban aro ante un Real Madrid que se también
veía superado en ese tramo del partido.
Rudy Fernández, con once puntos al descanso, y Jeffery Taylor y
Sergio Llull, con diez cada uno, mantenían al Real Madrid en el marcador
y paliaban la escasa aportación de los hombres altos durante los veinte
primeros minutos.
A pesar de que los de Pablo Laso dominaban ligeramente el rebote y se
aprovecharon de las faltas rivales para anotar diez tiros libres por
uno de los franceses, al descanso se llegó con 51-44 favorable a los
hombres que entrena el actual seleccionador galo, Vicent Collet, que
endosaron al actual campeón 27 puntos en el segundo periodo.
No bajaron el ritmo tras el paso por vestuarios los locales, que con
un parcial de 11-2 en tres minutos subieron la renta a dieciséis puntos
(62-46) y obligaron a Laso a pedir un tiempo muerto para intentar
despertar a sus hombres.
Al Estrasburgo le salía todo, liderado con un inspirado Louis
Campbell (23 puntos), mientras que el Real Madrid seguía sin encontrar
un referente ofensivo que le acercase en el marcador, lo que dejó el
encuentro visto para sentencia al final del tercer cuarto (78-63).
Un triple de Campbell en el minuto 31 elevó por primera vez la
desventaja a veinte puntos (83-63) y pareció quitar cualquier atisbo de
emoción, aunque la postrera reacción blanca le llegó a acercar a seis a
48 segundos del final (89-83) con un triple de Llull que solo sirvió
para maquillar el resultado y no bastó para evitar la tercera derrota
europea del curso.
Stephen Curry está de moda. Sus Warriors han firmado el mejor arranque de siempre (10-0) y él va camino de pulverizar su récord de triples
(lleva 52 en diez partidos, con un 47,3%). Esos buenos resultados
también se traducen en otros aspectos, por ejemplo, en la venta de su
camiseta. Durante los playoffs pulverizó a LeBron en la cancha y en las tiendas y su arranque este curso sigue la misma progresión. Su camiseta se ha vendido un 581% más en las dos primeras semanas de competición y su merchandising, ha vivido un incremento del 453%, según la mayor página de venta de productos oficiales Fanatics.com.
Carlos Sánchez Monserrat, árbitro madrileño de 42 años, cumplirá
este fin de semana en el Dominion Bilbao Basket-Valencia Basket su
encuentro 500 en la Liga Endesa. Una cifra que le provoca cierto
vértigo: "El tiempo pasa muy rápido. El otro día fui consciente,
puesto que arbitré el derbi entre el Estudiantes y el Madrid, justo el
mismo enfrentamiento y en el mismo pabellón que me tocó uno de mis
primeros partidos en la ACB (el primer partido de Herreros tras su trasvase del Ramiro a Concha EÁrbitro desde los 14 años, su ascenso fue fulgurante al alcanzar la Liga
EBA con 19 y la Liga Endesa a los 23. Pero su momento más especial se
produjo en 2003 fuera de las pistas. Su hermano Jesús, árbitro como él, presentaba una insuficiencia renal y fue 
