Año tras año la NBA entrega varios premios, desde el MVP al jugador
más mejorado. Todos ellos son muy prestigiosos y hacen que los
aficionados, analistas y periodistas jueguen a ser adivinos y
pronostiquen sus candidatos, generando debate y controversia de
principio a fin de temporada.
Pero hay otros “premios” muy interesantes centrados en los r
ookies, que no incluyen ningún trofeo físico con ellos, pero que pueden marcarles a fuego el resto de su carrera.
Cada
draft tiene un número de jugadores que llega a estrella o a jugador
franquicia. Tiene además muchos jugadores que nunca pisan la NBA. Hay
que sumar los que prometen mucho en la
Summer League pero
decepcionan en competición oficial. Y finalmente, los premios más
importantes de cada draft son saber quién o quienes serán los robos o
los fiascos, o como les gusta decir en EE.UU.,
Steal or Bust.
Un universitario que llega a la NBA es considerado un robo cuando su número de
pick
no es demasiado alto, pero acaba triunfando en la liga de un modo u
otro. A diferencia del fiasco, que suele ser una elevada elección que
promete mucho y acaba fracasando.
A lo largo de la historia, podemos nombrar grandes robos del draft, nombres como
Steve Nash, que fue número 15;
John Stockton, número 16;
Karl Malone o
Kobe Bryant, que salieron en la posición 13;
Tony Parker, elección 28;
Paul Millsap, que se fue hasta el 47;
Marc Gasol, 48;
Manu Ginobili en el 57; o el mítico
George “Iceman” Gervin, elegido por los Spurs en el puesto 40 en 1974.
Por otro lado, los fiascos o
Busts más importantes de la historia han sido gente como
Sam Bowie, que salió delante del mismísimo
Michael Jordan, una losa que no pudo aguantar;
Nikoloz Tskitishvili, número 5 del draft;
Adam Morrison, eterna promesa que fue tercero; dos jugadores que salieron en la segunda posición como
Darko Milicic y
Hasheem Thabeet; y tres míticos fracasos desde la primera elección de la lotería,
Greg Oden,
Kwame Brown y
Michael Olowokandi.
Para
entrar en esta “prestigiosa” lista deben fracasar, pero además les
ayuda que las elecciones que van después de ellos, triunfen. El caso de
Milicic es el más escandaloso porque le eligieron los Pistons por delante de
Carmelo Anthony,
Dwyane Wade y
Chris Bosh, y gracias a que en primer lugar estaba
LeBron James.
Contrastados
analistas han creado curiosas listas con todos ellos, con lo que se
demuestra que son “títulos” que marcan a los novatos.
Además del draft, cada año la NBA incorpora jugadores no drafteados o u
ndrafted.
También estos dan sorpresas, al generar cero expectativas en su
llegada, y pueden convertirse en robos y pasar a engrosar otras
interesantes listas con sus características.
Generación 2015
Respecto
a la generación de 2015, si bien es cierto que todavía es pronto para
juzgarlos, no lo es para intentar adivinar qué jugador entrará en cada
grupo, basándonos en las tres semanas de competición que hemos
vivido. Hay tres r
ookies que pueden llegar a ser jugador franquicia muy pronto, como son
Karl-Anthony Towns,
Jahlil Okafor y
Emmanuel Mudiay, y un cuarto que está en duda,
D’Angelo Russell, que todavía tiene esperanzas de entrar aquí, aunque de momento encaja más en otra lista.
En verano, algunos novatos llamaron la atención positivamente, pero se han estancado en la carrera por el robo del año,
Bobby Portis,
Rashad Vaughn y
Larry Nance.
Varios jugadores pueden entrar en la lista de
steals del año, como
Mudiay, que fue la elección número 7;
Justise Winslow, que fue décimo;
Jerian Grant, que fue 19º y
R.J. Hunter,
elegido por Boston en el puesto 28 de primera ronda. Todos ellos están
jugando más minutos y mejor de lo que deberían basándonos en su número
de pick.
Por el contrario otros luchan por no llevarse el premio malo, el
bust del año. Gente como
Devin Booker, elección 13;
Cameron Payne, 14;
Kelly Oubre, 15º; o
Sam Dekker, de los Rockets, que salió elegido en 18º posición. Se puede incluir perfectamente aquí a
Stanley Johnson, que fue octavo y que prometió su llegada que iba a ganar el premio de
rookie del año, y que está taponado por el buen e inesperado nivel de los Pistons, y en concreto de
Kentavious Caldwell-Pope y
Marcus Morris. Y también
D’Angelo Russell está decepcionando, además de tener el handicap de que
Okafor
salió elegido detrás de él y se está saliendo con los 76ers. Todos
estos jugadores están rindiendo por debajo de lo esperado, y de lo que
su elección requiere.
Hasta el momento, el “
steal” es
Justise Winslow, ya que suma en ataque y en defensa, además de destacar en los aspectos intangibles de los Heat, y el “
bust” podría ser
Devin Booker,
porque es un genial jugador y no está contando prácticamente, a pesar
de que a priori encaja a la perfección en el estilo de Phoenix Suns. Y
hay que destacar el mayor logro hasta ahora, la aparición del base
TJ McConnell, que no fue drafteado, y está jugando muy bien en Philadelphia, aunque a su favor tenga que los Sixers apuestan mucho por
rookies y
undrafteds, al no tener nivel en su plantilla, por lo que es más sencillo encontrar un hueco.
¿Y vosotros que jugadores pondríais hasta ahora como robo y fiasco?