20 de noviembre de 2015

Alguien esperaba a los Dallas Mavericks

Dirk Nowitzki
Después de doce partidos con el ‘pescao’ vendido, los Dallas son el tercer mejor equipo de la Conferencia Oeste. ¿Acaso alguien lo esperaba después de perder el cánon de equipo de Playoff para gran parte del entorno NBA?
El récord de los Mavericks (8-4) tiene un mérito increíble si se atiende a diversos puntos clave. Tienen una de las plantillas tasadas como menos competitivas de sus últimos años, está cada vez más cerca de la cuarentena, (7,4 puntos por noche de momento) está más tieso que nadie o también el sonado plante de DeAndre Jordan, que en verano explotó media planificación de la temporada de los Mavs.
Aun con todo lo anterior en contra, el inicio de Dallas es brillante. Solo los poseídos Warriors y San Antonio Spurs lo han hecho mejor en el Oeste. Y del Este, tan solo Cavaliers y Bulls.
Como bloque, Dallas ha ganado a Clippers, Pelicans, Rockets o Suns esta temporada, rivales mejor concebidos para pelear alto mirar desde las alturas.

El gran Nowitzki

Los Mavs siguen teniendo en Nowitzki —18,5 puntos y 7,0 rebotes— la divinidad más alargada de su séquito.
No cabe duda de que el gran progreso de Nowitzki, quien ya va por los 37 años, este curso se sitúa en los porcentajes de tiro a canasta:
  • 52,1%  EN TIROS DE CAMPO
  • 50,0%  EN TRIPLES
  • Ambos son los valores más altos de su carrera.

Dennis Rodman compara a los Warriors con los Bulls del 96

Chicago Bulls
A propósito del paso perfecto de los Warriors, el exjugador Dennis Rodman comparó este jueves al equipo de Golden State con aquellos legendarios Chicago Bulls de 1995-96, con los cuales jugó, quienes completaron la temporada con 72 victorias y 10 derrotas.
Durante una aparición en el programa SiriusXM NBA Radio, el polémico Rodman minimizó lo que pudieran lograr los Warriors en esta temporada. "La gente dice que lograrán 72 y 10, pero no me importa que puedan terminar con 81-1. Nosotros lo hicimos primero". Rodman cree que los Bulls fueron mejores independientemente del espectacular inicio de Golden State que hace pensar que el balance de victorias y derrotas de Chicago, que entonces lideraba Michael Jordan, puede ser igualado e incluso mejorado. El expívot de 54 años subrayó en el programa radial que en la época en que sus Bulls fijaron cifras, la NBA era "110 por ciento mejor" que en el presente. Además de Jordan y Rodman, en aquel equipo coincidían Toni Kukoc, Steve Kerr, Ron Harper y Luc Longley. Pero los Warriors han tenido un arranque de ensueño con 13 victorias sin reveses y están a dos éxitos de igualar el mejor comienzo en la historia de la liga. El equipo de Golden State ha vencido a sus oponentes por una diferencia promedio de 14.7 puntos por juego. Según Bleacher Report, la ventaja average de los Bulls en la campaña récord fue de 12.3 puntos. A esta altura de la temporada no sorprende la postura de Rodman defendiendo a los Bulls. Las comparaciones acaban de empezar y los Warriors necesitan mantener un ritmo notable para romper el récord. Tal parece que lo único que impresionaría a Rodman es que los Warriors concluyan con 82-0. Pero todavía los Warriors necesitarían 69 victorias para lograrlo.

Warriors, Rockets, Celtics...: los 5 mejores inicios de siempre

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Tras el triunfo de esta madrugada en el Staples, la cancha de los Clippers, Golden State Warriors continúa escribiendo su particular página dorada en los libros de historia de la NBA. Junto a ellos, únicamente otros cuatro equipos han sido capaces de firmar un 13-0 en los 13 primeros partidos de una temporada. Al dejar atrás a los Bulls 1996-97 (12-0), únicamente los Celtics de la temporada 1957-58 (14-0) han logrado un inicio de año mejor en calidad de vigentes campeones. A continuación, realizamos un breve repaso por cada uno de estos cinco legendarios grupos de jugadores.

15-0 

Washington Capitols (1948-49): Antes siquiera de que la Liga tuviera la nomenclatura con la que hoy en día es mundialmente famosa, la primera franquicia residente en la capital federal hizo historia en el último año de la BAA (Basketball Association of America). Ese verano se fusionó con la rival NBL para dar a luz a la NBA. El baloncesto que entonces se practicaba (sin reloj de posesión, línea de tres puntos...) poco o nada tiene que ver con el de la actualidad. Para que se hagan una idea, la competición apenas contaba con 12 equipos. Aquel equipo, entrenado por Red Auerbach (futura leyenda de los Celtics y de los banquillos en general), sucumbió en las Finales ante unos Minneapolis Lakers que conquistaron el primero de los 16 anillos que hoy en día adornan (figuradamente en forma de banderines) el Staples de Los Ángeles. No ganaron, pero aquel 15-0 que consiguieron perduró como récord en solitario durante más de cuatro décadas. Permanecieron invictos desde el 1 de noviembre al 16 de diciembre, fecha en la que cayeron ante los Indianapolis Jets (94-78). Bob Feerick y Bones McKinney (ambos fallecidos en el siglo pasado) eran las referencias de aquel equipo.
Houston Rockets (1993-94): Michael Jordan acababa de anunciar la primera de sus dos retiradas. La NBA buscaba nuevo referente, un cargo para el que Hakeem Olajuwon y los feroces Rockets de Rudy Tomjanovich opositaron como ningún otro. En aquella temporada acabaron firmando el primer título de su back to back tras derrotar a los Knicks en unas Finales antológicas, un monumento defensivo que se desarrolló en plena persecución a O.J. Simpson. Pero antes de aquella batalla al límite, los texanos dejaron clara su candidatura con un incostetable 15-0 en el arranque. Todos cedían ante un quinteto inolvidable formado por Kenny Smith, Vernon Maxwell, Robert Horry, Otis Thorpe, Hakeem Olajuwon y que desde el banquillo recibían ese necesario soplo de aire fresco gracias a Sam Cassell o Mario Elie (el mismo del beso de la muerte). Todos hasta que se desplazaron a Atlanta. Allí, los Hawks de Balylock y Dominique Wilkins (55 puntos entre ambos) les pasaron por encima (133-111).

14-0

Boston Celtics (1957-58): El curso posterior a la conquista del primero de los 17 anillos de los orgullosos verdes no acabó con buen pie (perdieron 4-2 las Finales del 58 ante los St. Louis Hawks: luego ganarían las 8 siguientes de manera consecutiva), pero empezó de una manera fabulosa. Ya con Red Auerbach como auténtico santo y seña de la franquicia, Boston se mantuvo del 2 de octubre ea 28 de noviembre amasando triunfos. Una racha que murió aquel día de 1957 en el Boston Garden durante la visita de los Knicks. Los Bills (Russell y Sharman), Tom Heinsohn y compañía inclinaron la rodilla ante Carl Braun (21) y Kenny Sears (20). Los neoyorquinos se llevaron un inapelable triunfo: 80-97.
Dallas Mavericks (2002-03): La compra de la franquicia por parte de Mark Cuban en 2000 y, sobre todo, la llegada de un rubio alemán de 213 centímetros (en efecto, Dirk Nowitzki) unos años atrás convirtió a un equipo que deambulaba por el Oeste en una de las grandes potencias del siglo XXI. Una era dorada que tuvo su primer gran hito en la temporada 2002-03. Sólo los Spurs de Gregg Popovich les apearon a última hora de sus primeras Finales. Hasta aquella batalla por coronarse como virrey de Texas, los Mavs habían mantenido un paso firme cimentado en el mejor inicio que (aún a día de hoy) este tercer milenio ha visto en la NBA. Un 14-0 que el gran Don Nelson moldeó desde el banquillo y que Nowitzki, Michael Finley, Nash, Van Exel... (equipazo) se encargaron de llevar a la práctica sobre el parqué. Hasta que cedieron en el Conseco Fieldhouse de Indianápolis (escenario unos meses antes de la final del Mundobasket 2002 que Yugoslavia 'le arrebató' a Argentina) ante los Pacers. ¿Los verdugos? Unos tales Jermaine O'Neal (imagínense al gran Andrés Montes gritando: "El otro"), Ron Artest, Jamaal Tinsley, Brad Miller, Reggie Miller y Al Harrington. Si usted tiene el NBA 2K16 en casa, puede disfrutar jugando con aquellos Mavericks.

13-0

Golden State Warriors (2015-16): ¿Qué decir que no sepan? Esta madrugada podrían haberse quedado en el 12-0. Esa sensación se desprendía cuando los Clippers no paraban de anotar lanzamientos para dispararse en el marcador hasta cosechar un +23 (50-27). Sin embargo, si algo nos han enseñado estos últimos 12 meses es a creer en estos Warriors. Si ya Stephen Curry se encuentra en el nivel que atraviesa actualmente (hasta donde sabemos no se trata de ciencia ficción), apaga y vámonos. Pero este grupo no muere aquí. Klay Thompson no cuenta con el peso del curso anterior, pero es un jugador en quien confiar (a él se agarrarón los de Oakland en plena tormenta angelina). Y luego están los Draymond Green, Harrison Barnes, Andre Iguodala, Festus Ezeli, Barbosa... Un fondo de armario que les permite contar con una variedad de recursos digna de los mejores equipos de siempre. Esta madrugada, ante los Bulls, buscarán seguir con la racha y dar caza a los Mavericks y Celtics. ¿Lo conseguirán?

Scott: “Con Kobe el ataque funciona sin problemas”

Byron Scott
Ganando por 12 puntos a Detroit para perder seguidamente de 19 ante Phoenix, partido en el que no jugó, Byron Scott afirma que una de las grandes diferencias fue que el ataque de su equipo pierde mucho sin su escolta titular.
“Él conoce el ataque extremadamente bien, así que puede decir a los chicos dónde necesitan estar y cómo llegar a ocupar dichas posiciones. Con él estamos más ordenados, es obvio viendo el partido ante Detroit y después el de Phoenix. Cuando está ahí fuera el ataque funciona sin problemas”, señala en declaraciones a Los Angeles Times.

Objetivo, mover el balón

Siguiendo con el análisis de la parcela ofensiva de los californianos, Scott expresa que conseguir mover más el balón es la principal meta. “Contra Detroit hemos sido capaces de mover la pelota, y ese es el reto más grande que tratamos de conseguir, dar tres o cuatro pases antes de mirar al aro“, explica.

Kristaps Porzingis ya agota camisetas de los Knicks

Kristaps Porzingis
Si en las primeras semanas de competición había mutado los abucheos del Draft por un ‘run run’ entusiasta, los 29 puntos anotados por el rookie el pasado miércoles terminaron de romper la piñata de los vítores.
Tanto fue así que que la camiseta con el número ‘6’ que Porzingis lleva cada noche se agotó de un conocido store online estadounidense de venta de ropa deportivaModells.com— el pasado jueves, informó el NYDailynews.
Lo cierto es que la reputación de Porzingis en la NBA está consumiendo ciclos naturales de manera mucho más rápida de lo que se podía esperar.
Quizá con bastante ayuda del hype que, estos días, le dedican la NBA y los tantísimos años de hastío de los , el ala-pívot letón está siendo cada vez más endiosado en la Gran Manzana.
En los 12 partidos que ha podido jugar hasta el momento, Porzingis ha encadenado 12,8 puntos, 8,6 rebotes y 1,1 tapones por actuación.
RELACIONADO: ¿En qué se parecen Porzingis y Hakeem Olajuwon?>>

¿Los partidos más aburridos en toda la historia de la NBA?

Precarga foto ampliadaLa NBA 2015-16 avanza en máximos históricos de anotación, ritmo de posesiones, triples lanzados y convertidos… es la evolución de una liga en la que su máximo exponente, Golden State Warriors, suma 13 victorias con una media de 115 puntos por partido. Por norma, al público le gustan las anotaciones altas, el intercambio de canastas, los récords… pero los entrenadores no suelen ser tan partidarios de los correcalles aunque tampoco de que sus equipos firmen números históricos por bajos. Tampoco es del todo exacto vincular anotaciones altas a grandes partidos y las bajas a tostones insoportables, aunque sí parece claro que encuentros NBA con 135 puntos o menos entre los dos equipos no son lo más recomendable para la vista. Y ha habido unos desde que existe el reloj de tiro, incluido uno que se jugó la temporada pasada y en el que se enfrentaron dos equipos que suelen ser sinónimo de bombardeo del aro rival. Pero hay días en los que no se está para nada...

8) 1955: 135 puntos. Fort Wayne Pistons 69 – Syracuse Nationals 66

La temporada 1954-55 fue la primera en la que se instaló el reloj de tiro. Pistons y Nationals jugaron después la final pero antes, el 25 de enero, dejaron este casi desagradable 69-66. Una rareza porque los Pistons promediaron 92,4 puntos por partido y los Nationals, a la postre campeones, 91,1.

7) 1996: 134 puntos. Vancuover Grizzlies 69 – Miami Heat 65

En el duro Este de los 90, los Grizzlies abrieron su historia en Vancouver con una temporada (1995-96) de 15 victorias y 67 derrotas que les dio el número 3 del draft que invirtieron en Shareef Adur-Rahim. Lo curioso es que (promediaron 89,8 puntos) uno de sus triunfos llegó en uno de sus partidos más feos: 69-65 a Miami Heat el 13 de enero. Ninguno de los dos equipos superó el 32% en tiros de campo y sólo tres jugadores anotaron más de diez puntos. En los Grizzlies Greg Anthony (21) y Billy Owens y Alonzo Mourning (17 cada uno) en unos Heat que jugaron playoffs y cayeron en primera ronda ante Chicago Bulls.

6) 2014. 134 puntos. OKC Thunder 65 - Houston Rockets 69

El partido con menos puntos de la última década se jugó la pasada temporada (2014-15). Y enfrentó a unos Rockets que fueron finalistas del Oeste y promediaron casi 104 puntos por partido con los Thunder, que se quedaron sin eliminatorias por culpa de las lesiones pero anotaron otros 104 por noche. Pero en su duelo del 16 de noviembre se quedaron en 134 puntos totales. En los Rockets, que alcanzaron los 128 puntos en un partido de playoffs ante los Mavericks, nadie tiró bien: 28% colectivo, 20% en triples, 53% en tiros libres. Y en los Thunder no estaban ni Westbrook ni Durant: 29% en tiros y nadie por encima de los 15 puntos que sumaron Reggie Jackson y Lance Thomas. Unos Thunder que superaron a lo largo de la temporada, ellos solos, esos 134 puntos dos veces: 137-134 a los Suns y 113-138 en Minnesota, en un último partido de Regular Season que no les valió para meterse en playoffs.

5) 1992. 133 puntos. Detroit Pistons 72 – New York Knicks 61

El 12 de abril (temporada 1991-92) se jugó un Pistons-Knicks que se repetiría después en primera ronda de los playoffs del Este, esa vez con triunfo de los neoyorquinos (3-2), que en segunda ronda llevaron a siete partidos a los Bulls. Puro baloncesto del Este, roído hasta el hueso y llevado a su extremo más aciago en un tercer cuarto saldado con un parcial de 10-13. Del 4/20 de Patrick Ewing (14 puntos, 13 rebotes) al 2/13 de Isiah Thomas (4 puntos) en pleno final de los Bad Boys de la MoTown.

4) 1999. 131 puntos. Chicago Bulls 49 – Miami Heat 82

Temporada 1998-99. Año de lockout y primera post Jordan en Chicago, un trance que les llevó al 26% de victorias (13-37) y a partidos negros, aunque ninguno como este: sus 49 puntos, la peor anotación de un equipo desde que se introdujo el reloj de tiro. Tampoco esataban Phil Jackson, Dennis Rodman, Scottie Pippen, Steve Kerr, Luc Longley… En aquel 10 de abril de los 49 puntos contra el Defensor del Año (Alonzo Mourning), los Bulls anotaron 18 canastas (18/77, 23%) sin un solo triple (0/9) y con 10 puntos de un Kukoc que tuvo que tirar 16 tiros para lograrlos (4/16). Malos tiempos.

3) 2002. 130 puntos. Boston Celtics 66 - Detroit Pistons 64

Este es especialmente grave porque fue un partido de playoffs, el de menos puntos de la historia de las eliminatorias (con reloj de tiro, de nuevo). Los Celtics pasaron (4-1) pero perdieron la final del Este ante los Pacers. Eran los tiempos en los al ganador de la Conferencia le esperaban los inaccesibles Lakers o Spurs en la Final. Estos Celtics fueron los que más cerca estuvieron de la lucha por el anillo entre los tiempos de Larry Bird y los de Garnett, Allen y un Pierce que ya estaba en aquel partido del 10 de mayo de 2002: entre él (19 puntos) y Antoine Walker (16) anotaron más de la mitad de los puntos verdes. Eso sí, con un 14/37 en tiros entre los dos.

2) 1996. 123 puntos. Philadelphia 76ers 57 - Miami Heat 66

El partido (21 de febrero de 1996) con menos puntos desde 1955. Un espanto en Philadelphia hasta para sus actuales y sufridos seguidores. Ganaron los Heat, aperitivo después de los Bulls en primera ronda de playoffs. El banquillo de los Sixers anotó 7 puntos. El de los Heat, 16. Los mismos que Alonzo Mourning (que también cogió 16 rebotes).

1) 1955. 119 puntos. Boston Celtics 62 – Milwaukee Hawks 57

Eran otros tiempos pero aún así fue una aberración. Aquellos Celtics anotaban más de 100 puntos por partido pero tuvieron un mal día… sólo algo mejor que el de Milwaukee Hawks y gracias a un 13-8 en el último cuarto. Dado el marcador, casi fueron un hito los 13 puntos de Bob Cousy y los 12 de Bob Pettit.
* El partido con menos puntos si se cuentan también los años anteriores a la introducción del reloj de tiro fue un Minneapolis Lakers 18 - Fort Wayne Pistons 19. 37 puntos totales el 22 de noviembre de 1950. En los Lakers anotaron tres jugadores y George Mikan metió 15 puntos por 2 de Bob Harrison y 1 de Jim Pollard. Aquellos Lakers anotaban casi 83 puntos de media y pasaron dos veces de 110 puntos. De hecho tres días antes habían anotado 90 ante Rochester Royals. Los Pistons promediaban más de 84 puntos. Así que fue una muy, muy, muy mala noche.

Green quiere ser All-Star y habla de su relación con Griffin

Draymond Green
está en el mejor momento de su carrera. A sus 25 años y en su cuarta campaña en la NBA, viene de ganar un anillo con los Golden State siendo una de sus piezas clave y como consecuencia firmó este verano una extensión por 5 temporadas y 85 millones de dólares.
Le han bastado 13 partidos de la 2015-16 para demostrar que su rendimiento no fue magia de ‘año de contrato’ y que su hambre no tiene límites. El pick 35 del Draft de 2012 tiene claro su próximo objetivo: el All-Star.
Green fue 9º en el ranking global de +/- la temporada pasada. Anotación (y rango), defensa de primer nivel, visión de juego, polivalencia absoluta, trabajo sucio, química de equipo y todo tipo de intangibles… Son muchas las cualidades que aporta un jugador que promedia este año 12,5 puntos, 7,8 rebotes, 7,1 asistencias, 1,4 robos y 1,4 tapones. Es decir, lidera al mejor equipo de la NBA tanto en capturas como en pases de canasta.
Ethan Sherwood Strauss de ESPN ha decidido realizar una entrevista al ’23’ de los Warriors y os ofrecemos aquí su traducción:
Pregunta: Recuerdo que decías que el All-Star era una de tus metas. ¿Cuándo fue la primera vez que empezaste a pensar que era posible, que podías lograrlo?
Respuesta: Recuerdo que en mi segundo año en la NBA le dije a mi representante de Nike, Adrian Stelly: “Voy a ser un All-Star en esta liga”. Adrian y yo tenemos una relación cercana, no es solo jugador-agente. Así que hablo con él de varias cosas. Le dije: “Tú, voy a ser All-Star este año”. Y me respondió “¿Por qué no te creo? Si tú mismo no te lo crees, no lo creerás de verdad”. Y yo, “No, de verdad creo que voy a ser un All-Star en la liga”. Desde entonces, ha sido un trabajo constante para llegar ahí. Y todavía sigo trabajando en ello. Diría que el año pasado fue la primera vez en la que de verdad me di cuenta de que no solo era un sueño mío, no solo era algo de lo que hablaba y pensaba que podía hacer, sino una posibilidad real.
P: El Team USA es otra de tus metas. Estuviste en el camp este verano. ¿Aprendiste algo? He escuchado que Blake Griffin y tú sois colegas ahora, que pasáis el rato juntos. Eso es lo que se dice.
R: No quedamos.
P: ¡Eso es lo que se comenta!
R: Sí que diría que somos mucho más cordiales ahora que antes, lo que está muy bien. Porque cuando pasas por esas cosas, ves un lado diferente de las personas, totalmente opuesto al de yo tratando de matarte o tú tratando de matarme. Llegas a ver la personalidad de la gente. Porque estás en el mismo equipo básicamente. Me gusta pensar en ello como la oportunidad de conocer realmente quién es esa persona, no el Draymond Green que todos odian cuando juegan contra él porque está haciendo todo lo necesario para ganar, o como un parásito en la cancha, lo que sea, o,  ya sabes, el Blake Griffin que todos odian. Conoces a la persona verdadera. Y es lo que realmente me gusta de esas cosas, ves lo que de verdad haces.
P: ¿Aprendiste algo?
R: Aprendí mucho. Cualquier momento que pasas con esa gente, todos los grandes están ahí. Los números uno, cómo trabajan. Tienes a jugadores trabajando a las 8 de la mañana antes del entrenamiento de las 10. Y entonces te ves de si estás trabajando lo suficiente o si deberías esforzarte más. Todas esas cosas marcan la diferencia. Aprendes pequeñas cosas de lo que hacen los demás. Es fantástico estar ahí. Siempre me enseñaron que, incluso siendo un niño, jugar contra mayores te ayuda a mejorar. Cuando juegas contra gente que es mejor que tú, mejoras.
P: ¿Quién trabajaba más duro?
R: Teniendo en cuenta que solo estuvimos tres días no pude tener la experiencia completa. Por ejemplo, me enteré de que Blake trabajaba cada mañana con Jeff Capel, su entrenador de la universidad. Había varios trabajando. Estaban Kevin Durant, , , Steph Curry… Era interesante verlo.
P: Parece que has subido otro nivel en los fast breaks (contraataques) esta temporada. Has reemplazado a Magic Johnson como máximo donante en Miching State. ¿Intentas robarle también su juego?
R: ‘Nah’, ese juego es muy difícil de robar. No creo que pudiera hacerlo aunque quisiera. Pero ya sabes, cuando miras los números y ves que funciona cuando subes el balón, quieres hacerlo más, y tengo más claro que es un arma a usar. Cuando hay algo que el equipo tiene que preparar, si es algo que tu rival tiene que preparar, es otra cosa de la que estarán preocupados. Así que intento hacerlo un poco más.
P: Parece que de algún modo cambias tu velocidad en los contraataques.
R: Es algo así como una sensación. Sé cuando tengo que subir a toda velocidad, sé cuando tengo que parar a pensar y dejar que fluya la jugada porque, al final, en la cancha, alguna opción va a aparecer. Solo tienes que esperar las grietas en la defensa. Solo porque sea un contraataque no significa que tenga que ser rápido siempre. Puede ser una oportunidad secundaria, pero tienes que permitir que la defensa se rompa.
Algunas veces va a aparecer el tiro fácil porque subes rápido. Y otras veces tienes que dejar que la pista se aclare y dejar que todos se muevan. Creo que en parte es ver el ritmo y la pista, y en parte ayuda saber donde van a estar tus compañeros. Sé que Steph está corriendo hacia un lado. Sé que Klay está abriéndose también o en la esquina. Sé que Barnes está corriendo hacia la esquina y cortando. Sé que Andre probablemente está cortando. Sé que Festus (Ezeli) está corriendo hacia el aro.
P: ¿Dirías que eres el que mejor pone pantallas en la NBA?
R: Me gustaría pensarlo. Seguro que me gustaría pensarlo.
P: ¿Cómo consigue un jugador ser bueno poniendo bloqueos? ¿Hay que saber lo que el jugador en defensa va a hacer?
R: Creo que es algo más. Lo primero, conocer a tu compañero, qué le gusta hacer. Lo segundo, ser consciente de los ángulos. Desde qué dirección quieres que el rival se acerque al compañero para el que estás poniendo la pantalla.
P: Por ejemplo, sabiendo que todos quieren estar encima de Steph, ¿pones la pantalla acorde a eso?
R: Desde luego. Sabes que va a estar encima, así que le haces tomar un camino más difícil o más largo, que es todo lo que Steph necesita, media pulgada, para tirar. Creo que mucho gira en torno a eso.
P: Vi que mencionabas a Isaiah Thomas en Twitter, hablando de lo difícil que es todo cuando no encajas. Así que crees saber lo que es eso, ¿no?
R: Quiero decir, me ha pasado durante toda mi carrera. “No es lo suficientemente grande, no es lo suficientemente fuerte, ¿en qué posición juega?” Vale, es algo diferente cuando mides 1,75, pero lo entiendo.
P: ¿Y piensas que es un estigma difícil de quitarte de encima?
R: Definitivamente. Con el paso del tiempo creo que nunca puedes quitártelo realmente de encima. Porque, en cuanto algo va mal, dicen, “Oh, es más grande que él”, “Es que es demasiado pequeño”. Así que creo que nunca puedes dejarlo del todo atrás.
P: ¿Así que incluso llegar al All-Star no sería suficiente?
R: Quizá no. Quizá sí. [Ríe] Ojalá lleguemos a descubrirlo, ¿no?

Blake Griffin, elegante: "No hay rivalidad, son el mejor equipo

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Tras la espectacular remontada llevada a cabo esta madrugada por los Warriors ante los Clippers, Blake Griffin comentó una de las frases que mejor refleja cómo está repartida la lucha de poder en la NBA de nuestros días. A raíz de los comentarios de Doc Rivers en los que insinuaba que el anillo ganado por los de Oakland hace unos meses no era otra cuestión que el resultado de la plaga de lesiones que afectó a muchos equipos durante el curso pasado, muchos vieron el alumbramiento de una nueva (y siempre necesaria) rivalidad. Sin embargo, el ala-pívot de los angelinos no lo ve así. "No diría que esto se trata de una rivalidad. Estamos intentando llegar donde ellos ya están. Son el mejor equipo. Sus números son de locos", comentó con elegancia. "Esta noche han demostrado estar más unidos", prosiguió Griffin.
Por su parte, el propio Doc Rivers tuvo que rendirse en rueda de prensa ante un equipo mayúsculo. "Conviertieron cada lanzamiento importante. Una vez que ganas un título, tienes confianza para los próximos 82 partidos de liga regular y los Playoffs", analizó. Por su parte, pese a regresar tras causar baja en los dos anteriores partidos, Chris Paul entonó el mea culpa pese a su partidazo: "Tenemos que encontrar una forma de ganar estos partidos y eso va por mí".
Mientras tanto, en el bando contrario todo eran sonrisa. "Estamos escribiendo una nueva historia este año. Queremos disfrutar de esto", destacó un Stephen Curry que promedia 34,2 puntos, 5,8 asistencias y 5,3 rebotes. "Seguimos luchando e incluso cuando ellos lo metían todo nunca sentimos que estaban controlando el partido", explicó un Draymond Green que volvió a estar sensacional.

Curry: Los grandes equipos no se toman noches de descanso

Stephen Curry
En Golden State no conocen la palabra relajación. Siendo los actuales campeones y manteniéndose imbatibles tras doce partidos, los no paran de recibir elogios, el último de ellos de , quien dijo que el hambre de victoria que tenían superaba a la de su equipo.
Justo esa declaración ha sido la detonante para que haya explicado cómo se siente su equipo y hasta qué punto desean ganar cada noche. “Escuché lo que dijo. Estaba motivando a su equipo. Pero no está en nuestro vestuario y no sabe qué pasa aquí. Puedes ver nuestro récord y entender nuestra motivación. Es algo que explica por si solo que tenemos hambre”, señala en declaraciones recogidas por USA Today.
Cuestionado sobre el excepcional comienzo de campaña que han tenido, el base de los de Oakland señala que el hecho de querer superarse es determinante para que no haya relajación ningún día.
Queremos ser grandes. No creo que los grandes equipos se tomen noches de descanso ni que se construyan programando descansos sólo porque sientes que tienes el talento para hacerlo. Eso frena el proceso y creo que tenemos chicos que lo entienden”, expresa.

Karl-Anthony Towns, segundo más joven en 30 años en hacer 20-10-5

El dominicano Karl-Anthony Towns está mostrándose espectacular
Karl-Anthony Towns ha aterrizado en el profesionalismo a todo ritmo. El número 1 del pasado draft ha arrancado a lo grande en la NBA y anoche volvió a completar un partidazo en el Orlando-Minnesota al acabar con 21 puntos, 12 rebotes y 6 tapones.
Esas cifras tienen pocos precedentes para un jugador tan joven. De hecho, se trata del segundo baloncestista más joven en completar en los últimos 30 años un partido con al menos 20 puntos, 10 rebotes y 5 tapones en la NBA. Solo le supera en precocidad Anthony Davis.
Towns firmó su octavo doble doble en 12 partidos y en su duodécima presencia en la NBA ya consiguió ese 20-10-5 con puntos, rebotes y tapones. Además, uno de esos 6 tapones resultó providencial al cerrarse con él el tiempo reglamentario con empate y forzar Minnesota la prórroga, si bien después acabó perdiendo en la prolongación 104-101.
La marca la alcanza Towns con 20 años y 3 días. Anthony Davis la consiguió con 19 años y 243 días. Está claro que estamos ante un talento precoz. El dominicano ha empezado con buen pie su andadura profesional

Generación del 2015: ¿acierto o fiasco

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Año tras año la NBA entrega varios premios, desde el MVP al jugador más mejorado. Todos ellos son muy prestigiosos y hacen que los aficionados, analistas y periodistas jueguen a ser adivinos y pronostiquen sus candidatos, generando debate y controversia de principio a fin de temporada.
Pero hay otros “premios” muy interesantes centrados en los rookies, que no incluyen ningún trofeo físico con ellos, pero que pueden marcarles a fuego el resto de su carrera.
Cada draft tiene un número de jugadores que llega a estrella o a jugador franquicia. Tiene además muchos jugadores que nunca pisan la NBA. Hay que sumar los que prometen mucho en la Summer League pero decepcionan en competición oficial. Y finalmente, los premios más importantes de cada draft son saber quién o quienes serán los robos o los fiascos, o como les gusta decir en EE.UU., Steal or Bust.
Un universitario que llega a la NBA es considerado un robo cuando su número de pick no es demasiado alto, pero acaba triunfando en la liga de un modo u otro. A diferencia del fiasco, que suele ser una elevada elección que promete mucho y acaba fracasando.
A lo largo de la historia, podemos nombrar grandes robos del draft, nombres como Steve Nash, que fue número 15; John Stockton, número 16; Karl Malone o Kobe Bryant, que salieron en la posición 13; Tony Parker, elección 28; Paul Millsap, que se fue hasta el 47; Marc Gasol, 48; Manu Ginobili en el 57; o el mítico George “Iceman” Gervin, elegido por los Spurs en el puesto 40 en 1974.
Por otro lado, los fiascos o Busts más importantes de la historia han sido gente como Sam Bowie, que salió delante del mismísimo Michael Jordan, una losa que no pudo aguantar; Nikoloz Tskitishvili, número 5 del draft; Adam Morrison, eterna promesa que fue tercero; dos jugadores que salieron en la segunda posición como Darko Milicic y Hasheem Thabeet; y tres míticos fracasos desde la primera elección de la lotería, Greg Oden, Kwame Brown y Michael Olowokandi.
Para entrar en esta “prestigiosa” lista deben fracasar, pero además les ayuda que las elecciones que van después de ellos, triunfen. El caso de Milicic es el más escandaloso porque le eligieron los Pistons por delante de Carmelo Anthony, Dwyane Wade y Chris Bosh, y gracias a que en primer lugar estaba LeBron James.
Contrastados analistas han creado curiosas listas con todos ellos, con lo que se demuestra que son “títulos” que marcan a los novatos.
Además del draft, cada año la NBA incorpora jugadores no drafteados o undrafted. También estos dan sorpresas, al generar cero expectativas en su llegada, y pueden convertirse en robos y pasar a engrosar otras interesantes listas con sus características.

Generación 2015

Respecto a la generación de 2015, si bien es cierto que todavía es pronto para juzgarlos, no lo es para intentar adivinar qué jugador entrará en cada grupo, basándonos en las tres semanas de competición que hemos vivido. Hay tres rookies que pueden llegar a ser jugador franquicia muy pronto, como son , y Emmanuel Mudiay, y un cuarto que está en duda, D’Angelo Russell, que todavía tiene esperanzas de entrar aquí, aunque de momento encaja más en otra lista.
En verano, algunos novatos llamaron la atención positivamente, pero se han estancado en la carrera por el robo del año, Bobby Portis, Rashad Vaughn y Larry Nance.
Varios jugadores pueden entrar en la lista de steals del año, como Mudiay, que fue la elección número 7; , que fue décimo; Jerian Grant, que fue 19º y R.J. Hunter, elegido por Boston en el puesto 28 de primera ronda. Todos ellos están jugando más minutos y mejor de lo que deberían basándonos en su número de pick.
Por el contrario otros luchan por no llevarse el premio malo, el bust del año. Gente como , elección 13; Cameron Payne, 14; Kelly Oubre, 15º; o Sam Dekker, de los Rockets, que salió elegido en 18º posición. Se puede incluir perfectamente aquí a , que fue octavo y que prometió su llegada que iba a ganar el premio de rookie del año, y que está taponado por el buen e inesperado nivel de los Pistons, y en concreto de Kentavious Caldwell-Pope y Marcus Morris. Y también D’Angelo Russell está decepcionando, además de tener el handicap de que Okafor salió elegido detrás de él y se está saliendo con los 76ers. Todos estos jugadores están rindiendo por debajo de lo esperado, y de lo que su elección requiere.
Hasta el momento, el “steal” es Justise Winslow, ya que suma en ataque y en defensa, además de destacar en los aspectos intangibles de los Heat, y el “bust” podría ser Devin Booker, porque es un genial jugador y no está contando prácticamente, a pesar de que a priori encaja a la perfección en el estilo de Phoenix Suns. Y hay que destacar el mayor logro hasta ahora, la aparición del base TJ McConnell, que no fue drafteado, y está jugando muy bien en Philadelphia, aunque a su favor tenga que los Sixers apuestan mucho por rookies y undrafteds, al no tener nivel en su plantilla, por lo que es más sencillo encontrar un hueco.
¿Y vosotros que jugadores pondríais hasta ahora como robo y fiasco?