18 de noviembre de 2015

Los Rockets despiden a Kevin McHale

Kevin McHale
Los Houston han anunciado el despido del técnico , informa Yahoo! Sports. El hasta ahora entrenador asistente se hará cargo del banquillo tejano de manera interina.
La decisión llegada dictaminada tras la mala imagen del equipo en este arranque de curso y la racha de cuatro derrotas consecutivas que acumulan. Actualmente los Rockets ocupan la 12ª plaza del Oeste con un registro de 4 victorias y 7 derrotas.
RELACIONADO: La clasificación de la NBA.
McHale pone fin a su aventura en Houston tras cuatro temporadas al frente del banquillo (2011-2015) con un registro de 193 victorias y 130 derrotas. Fue renovado el pasado mes de diciembre para extender su contrato hasta el término de la temporada 2018-19.
El técnico ha alcanzado los Playoffs en tres ocasiones y su mejor resultado en la post-temporada ha sido la presencia en las Finales de Conferencia 2015, siendo derrotado por un 4-1 ante Golden State Warriors.

Bickerstaff es el futuro

Aunque J.B Bickerstaff, hijo del famoso entrenador , ocupará el cargo de manera interina, la esperanza entre la directiva de los Rockets es que pueda permanecer en el cargo de manera definitiva según afirma Yahoo Sports.
Los próximos diez partidos de los Rockets serán ante Portland, Memphis, New York, Memphis, Philadelphia, New York, Detroit, New Orleans, Dallas y Sacramento. Un calendario relativamente asequible para una plantilla como la de Houston, por lo que se espera que Bickerstaff pueda aprovechar este periodo hasta el 5 de diciembre para tomar el control del vestuario.

Curry (37) y los Warriors (12-0) sobreviven a los Raptors WARRIORS 115 - RAPTORS 110

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Costó. Tuvieron que emplearse a fondo hasta el sonido de la bocina final. Pero el Oracle Arena sigue siendo un fortín inexpugnable. Tras derrotar a los Raptors por un ajustado 115-110, los Warriors acumulan ya 25 partidos de liga regular sin saber lo que es perder como local. Un dato grandilocuente de los tantos que este equipo continúa amasando. Y es que, con este triunfo, no sólo se mantienen invictos en las tres primeras semanas que llevamos de curso (en efecto, el tiempo no corre, vuela), sino que lucen ya un 12-0 de balance. Un récord que les convierte en la séptima franquicia que lo logra de inicio a lo largo de la historia de la NBA. Los primeros en hacerlo desde los Mavericks 2002-03. O lo que es lo mismo, los únicos en conseguirlo en los últimos 13 años. El anterior equipo campeón que firmó un inicio similar fueron los Bulls 1996-97. Precisamente, el mismo que ostenta el mejor récord de todos los tiempos en una temporada: un 72-10 que los actuales campeones amenazan con pulverizar.
No obstante, para que lo anteriormente descrito se cumpliera, los pupilos de Luke Walton (visto lo visto, Steve Kerr puede seguir con su recuperación sin prisa alguna) fueron exigidos al máximo por unos Raptors que salen muy reforzados pese a la derrota. Tras lograrles contener en el primer cuarto merced a un inspirado Kyle Lowry (10 de sus 28 puntos llegaron en este periodo), los Warriors metieron una marcha más en el segundo coincidiendo con los mejores minutos de Klay Thompson. En realidad fueron los únicos para el escolta, quien se marchó con un sólo tanto en su casillero en toda la segunda parte. Lo dicho, que Golden State se puso 18 arriba (63-45 tras triple de un Curry del que ahora hablaremos) cuando faltaban menos de dos minutos para llegar a un descanso en el que avistamos un plácido 63-47 en el marcador. Duelo resuelto pensábamos.
Grave error. Tras la reanudación, Toronto aprovechó la lógica relajación de su rival para con un DeMarre Carroll deslumbrante en defensa (6 robos y 17 puntos para el alero) y el buen hacer ofensivo de Lowry y DeRozan (el escolta aportó 11 de sus 28 tantos en el tercer periodo para encabezar la reacción de los de Dwane Casey), llegar con opciones a la batalla final. Es más, pese a estar ¡casi 9 minutos! sin convertir un solo tiro de campo, los canadienses fueron sumando punto a punto desde la línea de tiros libres para llegar tomar la iniciativa: 96-98 a 5:54 para la conclusión. Las alarmas se encendían. La sorpresa era más que una posibilidad.
Pero entonces, y pese a sus 7 pérdidas de balón, apareció quien ustedes ya se imaginan. Sin necesidad de recurrir a una actuación heroica, Stephen Curry tomó las riendas (cuando el Hack a Bogut al que recurrieron los visitantes se lo permitió) de la situación para firmar 10 tantos en los últimos cinco minutos de partido. Primero con un triple y una canasta para dar aire a los suyos (y un respiro a un Oracle que volvió a volcarse con su equipo). Y más tarde para sentenciar desde la línea de tiros libres. Así, como quien no quiere la cosa, el base acabó con 37 puntos (13/23 en tiros y 5/10 desde más allá del arco) y 9 asistencias en su haber. De esta manera, sigue promediando unos números extraordinarios que le mantienen lanzado hacia su segundo MVP: 33,7 puntos (un total de 404, la mejor marca individual desde Kobe en la 2005-06), 5,9 asistencias, 4,8 rebotes y 2,4 robos. Con él todo es más fácil. Los Warriors neceistarán su mejor versión (la inhumana) para los dos próximos compromisos. En 48 horas visitan el Staples para medirse a los Clippers. Al día siguiente, recibirán a unos Bulls que ya conquistaron el Oracle el curso pasado. Dos nuevos restos para seguir citándose con la historia.

Porzingis (29+11) enamora al Madison: sexta victoria KNICKS 102 - HORNETS 94

Precarga foto ampliada¡POR-ZIN-GIS, POR-ZIN-GIS!", gritaba un Madison Square Garden enloquecido. Alguno incluso se atrevió con el "¡MVP, MVP!" en su última visita a la línea de personal. Nueva York tiene un nuevo ídolo. 'Ayer nació una estrella' (o cualquier otra frase mítica que se les ocurra). El número cuatro del último Draft se metió a la grada en el bolsillo con el mejor partido de su corta carrera: 29 puntos (10-17 en tiros de campo, 2-2 en triples y 7-7 en tiros libres), 11 rebotes y +20 para el equipo en los 31 minutos que estuvo sobre el parqué (¡y sin problemas de faltas!). Un magnífico encuentro que, además, le convierte en el jugador más joven (20 años) de la historia de los Knicks que consigue más de 25 puntos y más de 10 rebotes en un partido. POR-ZIN-GIS.
Los aficionados ni se acuerdan del abucheo de la noche del Draft. El ala-pívot letón ha devuelto (en solo 12 partidos) la esperanza a una franquicia que lleva demasiado tiempo añorando un pasado mejor. Como varios periodistas norteamericanos han dicho en las últimas semanas: arranca la era de Kristaps Porzingis. "Sigue teniendo mucho que aprender, pero hoy ha sido un partido muy importante, ha controlado el choque en ataque, clavando los tiros y siendo agresivo ahí fuera. Estoy seguro de que será el primero de muchos", dijo Carmelo Anthony (18 puntos y 11 rebotes) al finalizar el encuentro sobre la actuación del rookie.
Los Hornets (5-6), que llegaron a ponerse hasta ocho puntos arriba gracias a su segunda unidad en el segundo cuarto, no fueron capaces de aguantar el ritmo de los locales en el tercer periodo (34-24). Los triples volaban (10-20, 50%) y los de Nueva York acertaban una y otra vez (fue el único cuarto bueno de Melo: 11 puntos). Calderón, que jugó 30 minutos, conectó dos veces desde la línea de tres puntos y la segunda puso nueve arriba a los suyos a falta de 8:52. Un 2+1 del protagonista indiscutible del partido tras rebote ofensivo terminó de levantar a la grada (aseguraba su quinto doble-doble del curso, solo tiene menos que Towns entre los novatos). Pero no estaba todo dicho. Los Knicks no saben cerrar partidos y los visitantes estuvieron cerca de aprovecharlo: ninguna canasta local en los últimos 5 minutos y 54 segundos. Rondó el desastre. Al final, el Madison pudo cantar victoria (6-6) y Porzingis, que ya estuvo a punto de ajusticiar a los Hornets en Charlotte hace solo unos días (tiro ganador anulado), se confirmó en la meca del baloncesto. Ovación cerrada y por la puerta grande.

Vuelve Ricky y... ¡ganan los Wolves! 5-2 con el español HEAT 91 - WOLVES 103

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Ricky Rubio está de vuelta. Y cierto es que no fue su mejor partido (siete puntos, cuatro rebotes y tres asistencias), pero su presencia tiene una importancia capital, tal y como demuestran los números. Los Minnesota Timberwolves han vuelto a ganar, rompiendo una racha de cuatro derrotas consecutivas, justo los cuatro encuentros que se perdió el español con molestias en la rodilla. Con el base vestido de corto, los de Sam Mitchell han ganado cinco de los siete choques que han disputado. Sin él sobre el parqué, cuatro derrotas y la sensación de ser ese equipo desordenado que lleva años sin colarse en los puestos de playoffs. Ricky es fundamental.
Jugaban en el American Airlines Arena contra unos Miami Heat que están entre los mejores de la Conferencia Este (la mejor defensa de la liga): partido complicado. Pero los Wolves son un equipo joven y despreocupado, no se esconden y menos lejos de un Target Center en el que, hasta el momento, no han conseguido ganar. Ricky arrancó el encuentro desacertado y los Heat, con un Goran Dragic impulsado por la vuelta a casa de su familia (siete puntos y cinco asistencias en el primer cuarto) y un Hassan Whiteside que empezaba su gran noche (triple-doble: 22 puntos, 14 rebotes y 10 tapones) evitando un par de canastas cantadas, se marchaban en el marcador. Andrew Wiggins lo intentaba una y otra vez (fue el máximo anotador de los Wolves: 24 puntos) y el duelo de banquillos acercó a los visitantes al final de los primeros 12 minutos (25-20). Había partido.
En el recuerdo, su duelo de hace solo unos días: los Heat dejaron a Minnesota en 84 puntos y en un 35% en tiros de campo (sus peores marcas de la temporada). Pero esta vez la historia tenía un final bien diferente preparado. Mientras disfrutábamos de la exhibición bajo los tableros de Whiteside, los Wolves se mantenían en el partido (cinco abajo al descanso). 10 puntos rápidos de Karl-Anthony Towns (14+14, doble-doble para variar) en el inicio de la segunda mitad y las dudas llegaron de repente a South Beach. Ricky llevaba el timón, pero la atención la acaparaba Whiteside. En 28 segundos hizo disfrutar al público con una de las mejores secuencias defensivas que veremos en todo el año: tapón a Rubio, tapón a Towns y tapón a Garnett. Inhumano. El center de los Heat logró su segundo triple-doble en su partido número 77 en la NBA ¡Segundo triple-doble con tapones! Solo otros seis jugadores tienen dos o más en los últimos 30 años: Olajuwon, Mutombo, Robinson, Bradley, Camby y Ben Wallace. Ahí queda.
Al final, con Muhammad haciendo daño desde el banco (16 puntos), Zach LaVine (17) lideró un parcial de 14-2 y remató la faena con su segundo triple. Los Wolves habían vuelto a ganar. El banquillo de Minnesota aplastó al de los locales (54-13), Miami batió su récord de pérdidas en lo que va de temporada (22) y lanzó a canasta 18 veces menos que su rival. Los esfuerzos de Luol Deng (20 puntos) y un Justise Winslow (8+11) que cada día tiene mejor pinta quedaron en nada. Quinta victoria para los lobos lejos de su casa (5-1), quinta también con Ricky Rubio en la sala de máquinas (5-2) y, en definitiva, quinta de la temporada (5-6). No te lesiones más, Ricky.